sábado, 29 de octubre de 2016
viernes, 28 de octubre de 2016
HEROE / Lanzamiento NOVIEMBRE 2016
Hola amigos! Tengo el placer de haber participado en el nuevo álbum del trío Lírico-Pop argentino HÉROE. Los invito a escuchar el primer corte de difusión del disco y lanzamiento de su video!
BMV Producciones, NOVIEMBRE 2016
Gracias Luis Méndez, Emanuel Ortega y Alejandro Falcone por confiar en mí para colaborar en este nuevo álbum!
El flamante trío Lírico Pop argentino lanza
“Volver a amar” single adelanto de su disco debut.
HEROE es
el resultado de una intensa búsqueda llevada a cabo por el cantante tenor
Alejandro Falcone, amante de la música popular y operística. Enrolado en el
género Pop-Lírico más conocido en el mundo entero como "classical
crossover", emprende el camino explorando el repertorio latinoamericano
sabiendo que los 21 países de la región con más de 600 millones de habitantes
no poseían un representante musical de dicho género.
Para tal empresa suma a las filas al barítono
Federico Picone (Estrella de Mar 2015) por considerarlo un pilar fundamental
para el proyecto. Juntos comienzan el rastreo del tenor ligero que completaría
el soñado trío Lírico-Pop. Y el puesto recae en Sebastián Russo una de las
nuevas figuras de la lírica nacional. Junto al apoyo de Luis Pellegrino firman su primer contrato
discográfico con BMV Producciones, empresa que le encarga la producción musical
a Emanuel Ortega.
PAGINA WEB: http://heroeliricopop.com/hlp/
viernes, 14 de octubre de 2016
La vuelta del vinilo / Gilberta Anatonia Caron
La vuelta del vinilo
por Gilberta Anatonia Caron
A comienzos de la década
del noventa, el CD brillaba fuertemente en el firmamento del negocio musical. Las
compañías habían encontrado en el CD no sólo un nuevo formato sino la
posibilidad de volver a editar y revender cantidades de música ya probada
comercialmente.
Pero “nadie
tiene la vaca atada”, y hoy
el CD está yendo a terapia de pareja junto con la discográfica, intentando
salvarse de una inevitable ruptura. Como suele pasar en esos momentos de crisis,
otra figura irrumpe y se inserta como objeto del deseo: un viejo amor que
alguna vez lo fue todo y mucho más: el vinilo.
Sony Music lanzó -en
mayo de 2015- quince vinilos de rock nacional reeditados, agotándose en pocos
días las 30.000 unidades que distribuyeron a lo largo del país. Volvieron así a
la venta en su formato original discos de Pescado Rabioso, Invisible, Almendra,
Virus, Soda Stereo. Esto sucede mientras
se pueden bajar los mismos discos gratis de la web.
Vale destacar que es una
resurrección de ese arte tal cual se lo gestó. Damián Amato, presidente de Sony
Music Argentina, declaró que “sus masters
fueron para vinilo, su arte, todo, se editan tal cual se editaron en su
momento. Se respetaron todos los detalles, hasta los sobres y todo. Incluso
respetando hasta los errores de ortografía con los que salieron originalmente.
Nosotros tenemos las cintas originales.”
Y así es que un disco
como Artaud, El vinilo de rock nacional
más buscado de la historia, ahora tiene su versión al alcance de todos en una
multinacional. (Encima con su incómoda tapa irregular que en su momento nadie
sabía cómo acomodar en las bateas o en sus casas).
Pero, ¿por qué ahora? ¿Qué fue lo que lo revivió? ¿Ferias de
intercambio? ¿Disquerías para fanáticos? ¿Reuniones de nostálgicos? ¿Y es
casualidad que suceda en momentos que las disquerías venden más cafeteras y
lavarropas que CDs?
Es obvio que no hubo una
iluminación colectiva de los CEOS de las discográficas sino la sensación de que
estaban perdiéndose un negocio.
Sony, por ejemplo, es
dueña de los catálogos originales de RCA, CBS y Microfon, que contemplan discos
memorables de muchos grupos nacionales, entre ellos Almendra, Pescado Rabioso,
Invisible, Sui Generis y Soda Stereo. El
mismo Damián Amato de Sony lo confirma con estas palabras: "Hay un nicho
muy interesante de consumidores de vinilos que crece día tras día. Al detectar
una necesidad del mercado, surgió este proyecto."
El pibe que en los años noventa
era parte de una minoría que frecuentaba ferias de usados comprando o canjeando
discos de pasta -cuando lo progre era escuchar CD- ahora es alguien que está en
la vanguardia comprando vinilos nuevos y en flamante estado a una
multinacional.
Las disquerías de
usados, o el Viejo Parque Rivadavia se hacen carne ahora en las grandes
discográficas mostrando –estas últimas- cómo manejan las tendencias de consumo.
Más allá de lo que podamos andar en pequeños círculos haciendo de las nuestras,
tarde o temprano son ellas las que siguen marcando el ritmo de la música que
vamos a escuchar y en qué formato.
Me pregunto si no
estaremos un poco cansados de gastar dinero en algo intangible. El vinilo no sólo nos
ofrecía la música, sino que junto con su arte de tapa nos estaba contando la
estética y personalidad de un artista o un grupo, quiénes eran, a dónde
apuntaban y eso creo que indudablemente jerarquizaba no sólo su personalidad
creativa sino el vínculo con el consumidor. Era algo real que quedaba en
nuestras manos.
Pero también representa
un poco la recuperación de algo social: antes la gente se juntaba a escuchar un
disco. Era disfrute y era también comunicación. Ahora nos bajamos cientos de
canciones a los teléfonos celulares, para escucharlas solos, mientras nos
movemos de un lado al otro de la ciudad. Por algo será que dan ganas de volver
a tomarse el trabajo de poner el cuerpo
en todo esto en vez de lograr lo que se desea al alcance un click.
Les propongo una imagen:
el super remunerado actor de Hollywood que un día mientras mira su colección de
Oscars en su mansión de Bevery Hills, se desespera y necesita volver a un
teatro pequeño de Broadway. En uno de esos que cada noche no se sabe si puede
llenarlo. Porque “demasiado de todo” cansa, y la ultra facilidad y comodidad de
poseerlo todo también aburre.
Los más apasionados y
fanáticos sienten el regreso del vinilo como un “Conde de Montecristo” del
negocio musical, que -luego de años de olvido- vuelve a tomar el lugar que le
robaron y le corresponde.
La parte menos romántica
del asunto es si la gente que los compra realmente tiene un “tocadiscos” o si
los compra por esnobismo y como “fetiche”.
Un vinilo importado a
veces quintuplica el precio de un CD, en un álbum como por ejemplo La canción es la misma de Led Zeppelin
(alrededor de $1100). (Y los lanzamientos de Sony que rondaron entre los 330 a 450 pesos, actualmente van de los 600 a 800 pesos aproximadamente). Pienso que
tal vez si se reflota una fábrica de vinilo y por ende bajan los precios, ya
dejará de volverse un artículo “especial” para perder interés en la comunidad
al ubicarse con otros artículos de precio similar en el mercado. Así de contradictorios
somos.
Pero más allá de la
apuesta comercial: ¿Nos aburrimos de todo y muchas veces volvemos al principio?
¿Tardamos mil años en darnos cuenta las vueltas que dimos para volver a lo
primero que tuvimos y que era lo mejor? Quizás es increíble que sea tiempo –en
medio de la era digital- de revolver bauleras y lanzar gritos como: “¡Mamá!
¿Vos tiraste el Wincofón?”
*(Los
discos que Sony lanzó al mercado en vinilo en 2015 son: el primero de Almendra; Artaud y Pescado 2, con Pescado
Rabioso; Durazno
sangrando y El Jardín de los Presentes,
con Invisible y A 18' del
Sol; Colores
Santos, de Cerati-Melero; Tango yTango 4,
de Charly Garcia y Pedro Aznar; Nada
Personal, Ruido
Blanco, Doble
Vida y Canción Animal, de
Soda Stereo; Vida,
de Sui Géneris, y Superficies
de Placer, de Virus.)
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